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Hábitos que deberías desarrollar – REFLEXIÓN 2

Lee esta segunda reflexión que nos comparte nuestro colaborador Julio Cruz acerca de los hábitos que como seguidores de Cristo debes practicar cada día. Utiliza este recurso para complementar una enseñanza acerca del tema o puedes compartirlo con los chicos y chicas del grupo.

El hábito no hace al monje. ¿Lo has escuchado? Bueno, pues déjame decirte que, un buen hábito (ropa) no convierte a alguien en buen líder; pero un buen hábito (acción) sí te impulsará al nivel de liderazgo que pretendas alcanzar.

Iré compartiéndote algunos hábitos que sería bueno desarrollaras; ya que, sin duda alguna, te serán de gran utilidad para el ministerio que Dios te ha dado.

Hábito 2: Intimidad Con La Familia

Muchas veces consideramos que servir al Señor significa estar cargado de obligaciones, actividades y responsabilidades en la iglesia o con los miembros de la iglesia. Pero eso es un error, servir al Señor, es permitir que mi persona, con los talentos, dones y habilidades, así como mis debilidades y errores puedan ser de bendición donde quiera que yo esté y a muchas personas, no sólo a los miembros de la iglesia. Y el primer lugar en dónde debe pasar eso es en el hogar. Por eso Pablo recomendaba que quien quisiera servir diera muestras de saber gobernar bien su casa.

Por tanto, un hábito que debes desarrollar es procurar intimidad con tu familia, y más aún cuando ésta no es creyente. Porque nuestra familia es la primera que resiente nuestra ausencia, porque como seres humanos tenemos la tendencia de irnos a los extremos. Si las cosas no van cómo pensamos deberían ir, o nos llenamos de más actividades creyendo que así levantará el grupo; o nos frustramos, nos sentimos inútiles, etc, y nos aislamos. Pero también pasa que si las cosas van bien, empezamos a creer que es necesaria nuestra presencia para que todo siga funcionando de maravilla y nos creemos imprescindibles. Y entonces en la familia nos ven muy poco. Error.

Número uno, la familia es nuestra primer iglesia. Ellos son los primeros a los que debemos bendecir con ésta nueva vida que Cristo nos ha dado. Si eres esposo(a), a los primeros que debes mostrar el amor incondicional de Dios a través de tus palabras y acciones son tu esposa(o) e hijos.

Número dos, la familia es la que puede fortalecerte en momentos difíciles. Sea creyente o no, la presencia de ellos siempre es alentadora.

Número tres, si tu familia aún no es creyente, el tiempo que inviertas en ellos será tu mejor testimonio, ya que podrán ver y experimentar, no sólo oír, del cambio que Cristo ha hecho en ti, y la presencia de su Espíritu Santo a través de ti.

Así que a pasar tiempo de calidad con tu familia, a crear momentos inolvidables con ellos, a vacacionar con ellos, a estudiar juntos la Biblia, a orar unos por otros, a bendecirlos, tener cenas románticas, dejar notas de amor y palabras de aliento, etc.”

Escrito por | Julio Cruz

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Author: julitocruz

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