La apertura espiritual es la actitud de estar dispuesto a explorar, conocer y experimentar la dimensión espiritual de la vida. Es una forma de buscar un sentido más profundo y trascendente de la existencia, más allá de lo material y lo superficial.
La apertura espiritual no se limita a una religión o una doctrina específica, sino que respeta la diversidad y la libertad de creencias. La apertura espiritual se manifiesta en la práctica de la oración, la meditación, el silencio, la contemplación, el servicio, la compasión, el perdón, la gratitud y la alegría. ¿Cómo afecta este concepto a la fe cristiana en la juventud de hoy?