La revista líder Juvenil este mes nos trae un nuevo tema a la mesa, se trata del ministerio de adultos jóvenes Puede ser que en tu congregación estes iniciando un grupo de adultos jóvenes y quieres aprovechar oportunidades y recursos para trabajar con ellos. Mira este artículo escrito por Annette Gulick acerca de tema, el cual te da un excelente contexto acerca de este nuevo grupo en el ministerio. Lee este adelanto:
Pensando en la diferencia entre enfocarse en lo que la gente es en vez de lo que le falta, surge la pregunta, ¿por qué les llamamos adultos jóvenes? ¿Es una forma indirecta de decir que alguien no está casado? ¿lo usamos para destacar características importantes? Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte a evaluar la realidad de los integrantes de tu grupo.
¿De qué forma son jóvenes?
¿Tienen todavía mucha energía?
¿Tienen más libertad en cuanto a qué hacen con su tiempo, sus talentos y su dinero precisamente porque no tienen pareja e hijos que dependen de ellos?
¿Les faltan algunos signos externos de ser un adulto, como independencia económica y un hogar propio?
¿No demuestran la estabilidad emocional y madurez de «adultez» sino se comportan como «adultescentes»?
¿De qué forma son adultos?
¿Agregamos esta palabra solamente para decir que son mayores de edad?
¿Viven de forma autónoma en cuanto a su capacidad de decisión sobre sus planes y compromisos?
¿Tienen una situación laboral que les permite la autoadministración de los recursos?
¿Son responsables y dignos de la confianza?
¿Han ganado experiencia y pericia en el ámbito laboral?
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