
Josué Barrios enfatiza que el liderazgo juvenil no se trata de técnicas modernas ni de popularidad, sino de un corazón transformado por Cristo. Un líder de jóvenes debe:
- Modelar el carácter de Jesús en su vida diaria.
- Servir con humildad y sacrificio, recordando que el liderazgo es servicio.
- Guiar a los jóvenes hacia la reconciliación con Dios, mostrando que la verdadera identidad está en Cristo.
- Orar y depender del Espíritu Santo, porque el fruto del ministerio no depende de nuestras fuerzas, sino de Dios.
El mensaje se conecta con 2 Corintios 5:18-20, donde Pablo nos recuerda que hemos recibido el ministerio de la reconciliación y somos embajadores de Cristo. El liderazgo juvenil es precisamente eso: representar a Cristo y llevar a los jóvenes a reconciliarse con Dios.
💬 Preguntas para grupos pequeños
- ¿Qué significa para ti ser un “embajador de Cristo” en tu liderazgo con jóvenes?
- ¿De qué manera puedes reflejar el carácter de Jesús en tu servicio diario?
- ¿Qué obstáculos enfrentas al discipular jóvenes y cómo puedes depender más del Espíritu Santo?
- ¿Cómo puedes ayudar a los jóvenes a entender que su identidad está en Cristo y no en el mundo?
El liderazgo juvenil es un llamado a vivir y servir como Cristo lo hizo: con entrega, humildad y amor. No se trata de buscar reconocimiento, sino de ser instrumentos para que los jóvenes conozcan al Señor. Cada encuentro con ellos es una oportunidad para mostrarles el camino de la reconciliación y recordarles que en Cristo somos hechos justicia de Dios.

