Todo líder trabaja simultáneamente con cuatro grupos distintos, aunque muchas veces sólo se enfoque en uno. Reconocer esta diversidad es clave para un ministerio efectivo y con propósito.

👥 1. Los asistentes regulares
Son los jóvenes que asisten constantemente a las reuniones. A menudo reciben la mayor atención, pero representarlos como “el ministerio completo” es limitar el impacto.
🧍♂️ 2. Los invitados y nuevos
Aquellos que llegan ocasionalmente, están explorando la fe o simplemente acompañan a un amigo. El trato hacia ellos puede marcar la diferencia entre una visita y un proceso transformador.
🏃♀️ 3. Los ausentes o desconectados
Jóvenes que alguna vez participaron, pero que por diversas razones se alejaron. A menudo olvidados, son precisamente los que más necesitan una re-conexión pastoral y comunitaria.
🚶♂️ 4. Los que aún no han llegado
No participan ni han escuchado del grupo, pero están dentro del alcance misional. Tener una estrategia para alcanzarlos es parte esencial del llamado del líder.
El mensaje final es claro: todo líder juvenil está llamado a ministerio integral, no parcial. Reconocer estos cuatro grupos es el primer paso para liderar con visión y compasión.
