
Lucas Magnin de Teología Pop cuestiona la tradicional separación entre lo sagrado y lo secular en la vida cristiana. A menudo, los creyentes dividen su vida en áreas de misión y servicio a Dios por un lado, y actividades cotidianas, como el trabajo o el entretenimiento, por otro.
- La fractura entre lo sagrado y lo secular: Muchas personas ven su vida espiritual separada de sus actividades diarias, cuando en realidad todo puede integrarse bajo la misión de Dios.
- La reconciliación de todas las cosas: Pablo, en Colosenses y Corintios, habla de cómo Cristo reconcilia todo con Dios, no solo lo que consideramos “espiritual”.
- Dios no es un extraño visitante: Si dividimos el mundo en sagrado y secular, terminamos viviendo más en lo “secular”, dejando a Dios como una presencia ocasional.
- Nuestra misión es la reconciliación: Como cristianos, estamos llamados a ser testigos de la reconciliación de todas las cosas con Dios, eliminando esas separaciones artificiales.
- El peligro de fragmentar la realidad: Cuando dividimos la vida en áreas separadas, miramos el mundo con ojos diferentes a los de Dios, quien ya lo ha reconciliado en Cristo.
Lucas nos invita a repensar la forma en que los creyentes viven su fe, promoviendo una visión más integrada y menos fragmentada de la realidad.


