
Mejorar nuestros tiempos de oración es fundamental para fortalecer nuestra relación con Dios y experimentar un crecimiento espiritual más profundo. Nos permite
- Intimidad con Dios: La oración es una forma de comunicarnos con nuestro Creador. Cuanto más tiempo pasemos en oración, más cercana será nuestra relación con Él.
- Fortaleza espiritual: La oración nos fortalece espiritualmente. Nos ayuda a enfrentar desafíos, tentaciones y dificultades con confianza y fe.
- Discernimiento: Al orar regularmente, podemos recibir discernimiento y dirección divina. Dios puede revelarnos su voluntad y propósito para nuestras vidas.
- Transformación personal: La oración nos cambia. Nos ayuda a crecer, a perdonar, a amar y a vivir de acuerdo con los principios bíblicos.
- Intercesión por otros: Cuando oramos, también intercedemos por otros. Nuestras oraciones pueden marcar la diferencia en la vida de quienes nos rodean.
 
				 
				 
				

