Establecer límites al momento de ministrar adolescentes en la iglesia es importante por varias razones:
- Los límites les ayudan a los adolescentes a respetar la autoridad de Dios, de los padres y de los líderes de la iglesia. También les enseñan a respetarse a sí mismos y a los demás, evitando conductas que puedan dañar su integridad física, emocional o espiritual.
- Los límites les brindan a los adolescentes una estructura y una orientación para su crecimiento personal y espiritual. Les muestran cuáles son sus derechos y sus obligaciones como hijos de Dios y como miembros de la iglesia. También les ayudan a tomar decisiones informadas y a asumir las consecuencias de sus acciones.
- Los límites les permiten a los adolescentes experimentar con seguridad y libertad dentro de un marco bíblico y ético. Les dan la oportunidad de descubrir sus dones, talentos y vocación, así como de servir a Dios y a los demás con amor y responsabilidad.

Algunos consejos para establecer límites al momento de ministrar adolescentes en la iglesia son:
- Basarse en la Biblia como la fuente de autoridad y verdad para la vida cristiana. La Palabra de Dios contiene principios y mandamientos que orientan la conducta de los creyentes y que deben ser enseñados y aplicados con fidelidad y claridad.
- Comunicar los límites con respeto y flexibilidad. Los límites deben ser explicados de manera positiva y comprensiva, no como imposiciones arbitrarias o castigos. También deben ser adaptados a las necesidades, capacidades y circunstancias de cada adolescente, sin perder de vista el objetivo final de su formación.
- Involucrar a los adolescentes en el proceso de establecer y cumplir los límites. Los adolescentes deben ser escuchados y tomados en cuenta a la hora de definir las reglas, las expectativas y las consecuencias de su ministerio. También deben ser motivados y reconocidos por su esfuerzo y su obediencia, así como corregidos y restaurados cuando fallen.
 
				 
				 
				

